Una pizca de Deporte

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viernes, 20 de septiembre de 2013

Lasse Viren: "El finlandés volador"

 
 
 
Sobrio, elegante, frío y sereno, el ‘finlandés volador’ continuó la estela de los Kolehmainen, Vitola y Nurmi, leyendas de primeros de siglo XX en el país de los lagos. Lasse Viren (1949, Myrskylä, Finlandia) pasó a la historia como el único atleta capaz de lograr el doblete olímpico en 5.000 y 10.000 metros durante dos Juegos consecutivos: Munich’72 y Montreal’76. Hannes Kolehmainen en 1912, Emil Zatopek en 1952 y Vladimir Kuts en 1956 habían sumado estos dos oros en la misma olimpiada, pero ninguno repitió la hazaña cuatro años después.

Los oscuros bosques árticos fueron un duro hábitat para Lasse Viren. Su apabullante Campeonato Juvenil de Finlandia de 1969 dejó claro que debía cambiar las dunas de arena de Myrskylä por los estadios. En los diez kilómetros de Munich’72, Viren colocó el andamio sobre el que se erigiría su leyenda.

En la duodécima vuelta a la pista, el finlandés tropezó y cayó junto al tunecino Gammoudi. Lejos de retirarse, Viren se levantó y alcanzó a los hombres de cabeza, entre los que luchaba el español Mariano Haro. Después dejaría atrás al grupo, marchándose en solitario hacia la meta y hacia el récord mundial de los 10.000 metros: 27:38,4.
 


Centrado únicamente en los Juegos Olímpicos, Viren relajó sus marcas durante el periodo de olimpiada mientras las montañas de Colombia y Kenya eran escenario de sus entrenamientos. En Montreal’76, subió el listón y buscó la gesta de Emil Zatopek: oro en 5.000, 10.000 y maratón. La leyenda finlandesa quedó cerca y sólo se le escaparon los 42,195 kilómetros, disputados 18 horas después de la final de los 5.000 metros.

Sin embargo, Viren fue también un pionero de las ayudas externas. Algunos de sus extraordinarios finales de carrera contaron con el soplo fresco de las autotransfusiones de sangre, práctica poco ética, pero legal en los años 70. El propio Viren reconoció que congelaba sus muestras de sangre para inyectárselas en competición.

Se retiró del atletismo tras los Juegos Olímpicos de Moscú’80, donde ocupó la 5ª plaza en los 10.000 metros. Su fama en Finlandia catapultó su carrera política, que le llevó al Parlamento como diputado años después.

Resultados
Europeos de Helsinki 1971 - 7º en 5.000 m (13:38,6)
Juegos Olímpicos de Munich 1972 - 1º en 5.000 m (13:26,4), 1º en 10.000 m (27:38,4)
Europeos de Roma 1974 - 3º en 5.000 m (13:24,6), 7º en 10.000 m (28:29,2)
Juegos Olímpicos de Montreal 1976 - 1º en 5.000 m (13:24,76), 1º en 10.000 m (27:40,38), 5º en Maratón (2h13:10)
Juegos Olímpicos de Moscú 1980 - 5º en 10.000 m (27:50,5)

Récords del mundo

5.000 metros: 13:16,4 - Helsinki, 14-Sep-1972
10.000 metros: 27:38,4 - Múnich, 03-Sep-1972
2 millas: 8:14,0 - Estocolmo, 14-Ago-1972

Mejores marcas
5.000 metros - 13:16,4 (Helsinki, 14-Sep-1972)
10.000 metros - 27:38,4 (Múnich, 3-Sep-1972)
Maratón - 2h13:11 (Montreal, 31-Jul-1976)
 
 
Una de esas joyitas que se encuentran en youtube y en el hasta podremos ver al genial Mariano Haro.

El texto esta tomado de un artículo de Fran Fermoso, publicado en el periódico deportivo As y se ha completado con las estadísticas que ofrecía wikipedia.
 

 

jueves, 19 de septiembre de 2013

Michael Phelps: "El tiburón de Baltimore"



Durante toda una época la foto más envidiada por los que buscaban la gloría olímpica era la de Mark Spitz con sus siete oros ganados en Munich 72 y que relucientes colgaban de su cuello, pero en deporte todo tiene fecha de caducidad y años más tarde llegaría el estadounidense Michael Phelps para arrebatarle esa posición privilegiada en los sueños de todos los deportistas y fotografiarse con una más. Phelps ya había ganado 7 oros en los Mundiales de Melbourne 2007, pero como unos Juegos Olímpicos son lo que son, la gesta no sería realmente valorada hasta Pekín 2008 en los que consiguió 8 oros y 7 records mundiales (uno por medalla excepto en el 100 mariposa). Eran además unos títulos de más valor que los de Spitz que solo compitió en disciplinas libres y una de mariposa, además de los relevos en una época en la que EEUU era imbatible en esas pruebas, por contra Phelps combinó medallas en todos los estilos y su calendario de pruebas era aun más exigente. Ganó un total de 71 medallas en las grandes competiciones mundiales en piscina larga: 57 oros, 11 platas y 3 bronces, en lo que incluye Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales y el Campeonato Pan-Pacífico. Los títulos y récords de Phelps le han permitido ser reconocido como Nadador del año en seis ocasiones. Una verdadera proeza.

El físico de Phelps no era tan impresionante como el de otros campeones tipo Thorpe o Spitz, era delgaducho para su altura, y con 1'93 metros solo pesaba 84 kilos. Sus brazos abiertos abarcan los 2'04 metros y calza un 46 de pie. Entre los secretos técnicos que le auparon a lo más alto cabe resaltar su técnica de patada (patada de delfín) que le permitía realizar varias batidas antes de emerger a la superficie y realizar las primeras brazadas. Su brazada era tremendamente eficaz y lograba un mayor impulso con un número menor de movimientos, su técnica de respiración y dosificación del oxigeno era sensacional y su resistencia física, fruto de un entrenamiento abrumador, era portentosa, baste decir que entre 1998 y 2004, sólo dejó de entrenar cinco días. Su rutina diaria se reducía pues, a dormir, entrenar y comer para ganar peso. Fue noticia cuando se difundió que necesitaba siete mil calorías diarias para abastecer su organismo de las energías que gastaba en los entrenamientos. Sus desayunos eran pantagruélicos: solía engullir ocho huevos fritos con sus correspondientes tostadas. El único «capricho» que se permitía era jugar al baloncesto o al fútbol de vez en cuando y tunear su ranchera.

Phelps empezó a nadar muy pronto, siguiendo la senda de sus hermanas, grandes nadadoras, y con la intención de que el deporte atenuara su acusada hiperactividad. No tardó en empezar a batir records nacionales de su categoría y cuando a los 11 años se cruzó en su camino el técnico Bow Bowman sus cualidades innatas se vieron multiplicadas. Con 15 años recién cumplidos se clasificó para los Juegos Olímpicos de Sidney (2000), convirtiéndose en el nadador más en acudir a unos Juegos, y si bien solo logró ser quinto en los 200 metros mariposas, le bastaron solo cinco meses más para batir el record del mundo de esa especialidad en el Mundial de Fukuoka (2001), logrando con ello su primer título y el logro de ser el plusmarquista más joven de la historia (con 15 años y 9 meses), superando a Ian Thorpe, quien logró el récord de los 400 m. libre con 16 años y 10 meses.

En 2003, el años del Mundial de Barcelona (2003) ya asustaba. Batió ocho records mundiales en 41 días y llegado el Mundial, con solo 18 añitos, se hizo con 3 oros en 200 mariposa, 200 metros estilo y 400 metros estilos con sus consiguientes records del mundo. Además se llevó una plata en 100 metros mariposa y otra en 4X200 metros libres. Desde entonces empezó a ser conocido como "Niño prodigio", "La bala de Baltimore" o "El tiburón de Baltimore".

En Atenas 2004 ya empezó a salirse de las estadísticas y ganó 8 medallas, seis de oro y dos de plata. Hasta entonces solo el gimnasta soviético Alexander Dityatin había logrado 8 medallas en una misma olimpiada (tres oros, cuatro platas y un bronce), pero por la calidad de las conseguidas por Phelps era un registro que quedaba superado. En cuanto a los seis oros ya se colocaba a la altura de la mítica Kristin Otto que se había quedado a solo una de igualar el record de Spitz.

En el mundial de Quebec 2005 se hizo con cinco oros y una plata y en el de Melbourne 2007 se hizo con siete oros. El mundo estaba expectante a la espera de ver su actuación en Pekin 2008 y por supuesto no defraudó a nadie convirtiéndose en la mayor figura en la historia mundial de la natación y puede que del deporte en general. Phelps se hizo con la medalla de oro en las ocho categorías en que participó (200 metros libres, 200 metros estilos, 400 metros estilos, 100 metros mariposa, 200 metros mariposa, 4 x 100 metros estilos, 4 x 100 metros libres y 4 x 200 metros libres), y en todas ellas batió la plusmarca mundial, excepto en 100 metros mariposa. Más allá de haber superado a Spitz con estos logros como ya contábamos antes, hay que reseñar que Cinco de esas medallas fueron en eventos individuales, igualando el récord de Eric Heiden y Vitaly Scherbo como múltiples medallistas de oro en eventos individuales en una sola edición de unos Juegos.

Cuando terminaron los Juegos era también el deportista olímpico con mayor numero de oros acumulados (14 en total), aunque todavía había una deportista con mayor número de medallas la gimnasta soviética Larisa Latynina que atesoraba 18 medallas conseguidas en tres JJOO. Phelps acumulaba 16 entre oros y platas, pero tenía todavía unos Juegos en la recamara, Londres 2012.

Por el camino se llevó cinco oros y una plata en los Mundiales de Roma y cuatro oros, dos platas y un bronce en los Mundiales de Shanghai de 2011. Evidentemente su forma aunque formidable aun ya no era la de Pekin, pero le bastó para ganar en 200 metros mariposa y en 4 x 200 libres , 100 m. libres mariposa, 200 metros estilo y 4x100 estilos, además de una plata en 4x100 metros libres. Evidentemente la proeza de Larisa Latynina también fue superada con este nuevo registro de Phelps: 19 medallas de oro y 3 de plata. Un increíble record de 22 galardones que seguramente tendrá una larga vida. Phelps se retiró tras las Olimpiadas de Londres.

Phelps posee aún 3 marcas mundiales participando individualmente y 3 marcas mundiales en relevos:
Roma 2009, 100 m mariposa (0:49.82)
Roma 2009, 200 m mariposa (1:51.51)
Pekín 2008, 400 m estilos (4:03.84)
Pekín 2008, 4x100 m libre (3:08.24) junto a Garrett Weber-Gale, Cullen Jones y Jason Lezak
Roma 2009, 4x200 m libre (6:58.55) junto a Ryan Lochte, Ricky Berens y David Walters
Roma 2009, 4x100 m estilos (3:27.28) junto a Aaron Peirsol, Eric Shanteau y David Walters

 


 
Imágenes de sus medallas y records

 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Nadia Comaneci: La perfección




Nadia Elena Comăneci (Oneşti, Rumania, 12 de noviembre de 1961) es una ex gimnasta rumana, (actualmente con doble nacionalidad rumana - estadounidense), ganadora de nueve medallas olímpicas de las que cinco son de oro. Fue la primera en lograr una puntuación perfecta, 10 en asimétricas, en una competencia olímpica. Es considerada una de las más grandes gimnastas del siglo XX y se halla por derecho propio entre las mejores gimnastas de todos los tiempos.

Fué descubierta por quien acabaría siendo su entrenador, Bela Karolyi, cuando tenía sólo seis años de edad. En los Juegos Olímpicos de Montreal (1976) donde se reveló como una auténtico prodigio de la gimnasia: obtuvo siete máximas puntuaciones (10) y las medallas de oro en las disciplinas de paralelas asimétricas y de barra de equilibrio, así como en la general individual. Sus gráciles vuelos la convirtieron en una popularísima figura del deporte, y en su país fue recibida como una heroína nacional.

 



 Tras unos años de irregulares resultados en competición, que no le impidieron ganar el Campeonato del Mundo de Estrasburgo (1978), obtuvo dos nuevas medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Moscú (1980), en suelo y barra de equilibrio, y el segundo puesto en la general individual.

En 1984 se retiró de la competición activa para convertirse en entrenadora del equipo rumano, primero, y del canadiense, después. En 1989 se instaló en Estados Unidos, donde siete años más tarde contrajo matrimonio con el gimnasta estadounidense Bart Conner.
 

 

 
Un recuerdo de las perfectas evoluciones de la Comaneci

 

martes, 17 de septiembre de 2013

Rafael Nadal se presenta él mismo. (Citas):



"Todos los que practicamos deportes sabemos que salimos para ganar o perder. Hay que aceptar las dos cosas. Uno no se puede venir abajo para perder un partido o muy arriba para ganarlo. Nadie se acuerda de las victorias, sólo de las derrotas"

"Las derrotas no engrandecen nada por desgracia, pero también uno se da cuenta de la dificultad de lo que he hecho hasta hoy. Ayuda a valorar todo lo que he hecho anteriormente"
"Sin sufrimiento, no hay felicidad"

"Nadie es eternamente perfecto"

"Mi peor rival es el próximo"

"Hay mucha gente que se esfuerza cada día y no tiene la suerte de llegar a la cima. Lo importante es el camino, pensar en el día a día, pensar que las cosas van a llegar"

"Las dudas no se superan, convives siempre con ellas. Lo que sí que puede hacer uno es dar lo máximo cada día, y esforzarse para hacer las cosas mejor día a día"

"Siempre he entrenado al máximo nivel, a la máxima intensidad, y esto me hace sentir más preparado en los momentos de máxima dificultad de los partidos"

"La parte mental es muy importante, porque al final siempre vienen momentos malos y tienes que estar preparado para aceptarlos y así superarlos. Es como la vida, en la que hay que aceptar con la misma tranquilidad los momentos buenos y los malos"

"Lo básico es creer en ti e intentar dar lo mejor de uno mismo cada día. Yo he tenido épocas malas y uno las acaba superando"

"La sensación de representar a tu país y no jugar sólo para uno mismo es muy especial. Hay nervios, responsabilidad, pero es de las sensaciones más bonitas que he tenido en mi vida"

"Los deportes minoritarios son los que mueven en parte el espíritu olímpico y, teniendo en cuenta la cantidades económicas que se mueven, creo que los deportistas de esas disciplinas deberían recibir mayor recompensa. Es algo a cambiar de forma urgente. Para ellos los JJOO son su principal competición, no es como nosotros que cada semana estamos compitiendo. Lo de ellos sí que es tener presión"

"Ni os engañéis, ni yo me voy a engañar. Que he jugado un partido bueno, sí, bastante bueno. Eso sí, hay que seguir con la cabeza bien fría y saber que he dado un pasito adelante, pero que no he ganado nada. Hay que seguir"

"Lo que más satisfecho me deja es la evolución, superar una situación complicada y estar en semifinales sin haber jugado el mejor torneo. Hoy he jugado a muy buen nivel, pero me quedo con la actitud de todos los días, la de sin encontrar soluciones seguir creyendo que las voy a encontrar"

"Para ver qué se puede mejorar, qué es lo que se ha hecho bien y mal, hay que tener actitud necesaria y cabeza fría, y abierta para analizar las cosas y buscar soluciones"

"No creo que las cosas cambien por sí solas, las tienes que hacer cambiar y yo voy a hacer lo posible por cambiar"

"Es un honor igualar el récord con alguien como Borg. El año que viene intentaré venir aquí y superarlo, pero ahora toca disfrutar de este trofeo, que no es poco, que no es fácil de conseguir. Cualquier comparación con él es un honor"

"No me olvidé de jugar. Quizá aún no es el momento de enterrarme"

"Cualquier victoria es importante para mí porque me da la oportunidad de jugar otro día. Y eso es lo que necesito, jugar. Necesito competir"

"Si la rodilla va bien, ¿qué razón hay para que no lo logre? Durante ocho años he estado entre el primero y el segundo del mundo. Me atrevo a pensar que en siete meses no se me ha olvidado jugar el tenis"

"Los españoles triunfan por varios factores: espíritu de superación, espíritu de mejora y exigencia máxima. Con menos recursos hemos conseguido más que ellos, algo estaremos haciendo mejor. No es un tema de pastillas ni jeringuillas"

Roger Bannister: El rey de la Milla

 
El atletismo siempre ha sido un deporte plagado de barreras y límites, presuntamente insuperables, que han estimulado los sueños y la capacidad de superación de los deportistas. Hoy está ampliamente superado, pero hubo un tiempo en el que bajar de cuatro minutos en la milla (1609'3 metros) era algo impensable, tanto es así que cuando el atleta británico Roger Gilbert Bannister, superó esta barrera, el seis de mayo de 1954, la noticia tuvo de inmediato un alcance mundial y a pesar de ser un record batido ya numerosas veces, aun guarda ese halo de hazaña y Bannister es un nombre recordado y conocido por muchos, incluso por personas ajenas al deporte.

Bannister, nació en 1929, era hijo de una familia adinerada, y se educó en algunas de las mejores escuelas de Inglaterra. Compaginó el atletismo con sus estudios de medicina en la Universidad de Oxford. No era Bannnister un corredor apabullantemente bueno, de esos que acumulan carrera tras carrera sin ser batido por ninguno de sus rivales, en realidad su palmarés era más bien modesto. En 1950 logró una medalla de bronce en los 800 metros de los Campeonatos de Europa disputados en Bruselas. Dos años más tarde participó en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, donde estuvo cerca de lograr una medalla, finalizando 4º en los 1.500 metros con 3:46,0. Pero el destino lo hizo estar en el momento adecuado y en la carrera adecuada, un encuentro atlético que tuvo lugar en las pistas de Iffley Road en Oxford. Había 3.000 espectadores presenciando la prueba, y Bannister logró la victoria en la milla con un tiempo de 3:59,4 siendo el primer hombre en la historia en bajar de los 4 minutos.

La hazaña de Bannister pasó a ser conocida como la "milla milagro", ya que algunos dudaban de que fuera posible cubrir esa distancia en menos de 4 minutos. Sin embargo esto formaba parte del mito que rodeaba a esta prueba, propagado por los periodistas y comentaristas deportivos, y se debía más a ser un "número redondo" que a un análisis técnico detallado. De hecho la nueva marca solo mejoraba en 2 segundos el récord mundial anterior que estaba en poder del sueco Gunder Hägg desde hacía nueve años. La carrera fue todo un acontecimiento en Inglaterra y fue retransmitida por la cadena de radio de la BBC, y el comentarista era el antiguo campeón olímpico de los 100 metros Harold Abrahams (uno de los protagonistas de "Carros de fuego").


Roger Bannister seguido de Chris Chataway y Chris Brasher en un intento por batir el record britanico de las 2 millas
El sueño duraría poco. Solo 46 días después, el 21 de junio, el récord de Bannister fue batido en Turku, Finlandia, por el australiano John Landy, que corrió la distancia en 3:58,0. A raíz de esto se generó una gran expectación por ver un enfrentamiento directo entre estos dos atletas en una misma carrera. Esta tuvo lugar el 7 de agosto de ese mismo año en los Juegos de la Commonwealth celebrados en Vancouver. Era la primera vez que Bannister y Landy competían juntos. Landy dominó durante la mayor parte de la prueba llegando incluso a cobrar una pequeña ventaja en la tercera vuelta. Pero el final de Bannister era más poderoso y acabó ganando con un tiempo de 3:58,8 por los 3:59,6 de Landy que fue segundo. Esta carrera fue un gran acontecimiento seguido ampliamente por los medios de comunicación en todo el mundo, y los británicos lo celebraron como un gran éxito nacional. En 1967 el escultor canadiense Jack Harman realizaría una escultura en bronce en la que aparecen los dos atletas corriendo, y que adornó por muchos años la entrada del estadio de Vancouver. Cuando el estadio fue demolido, la estatua se trasladó a otro lugar.

Pocas semanas después de su victoria sobre Landy, Bannister ganó la medalla de oro de los 1.500 metros en los Campeonatos de Europa disputados en Berna con 3:43,8. Encontrandose en esta cima, Bannister se retiró del atletismo para concentrarse en su profesión, y llegaría a ser un distinguido neurólogo, llegando a ser el Master del Pembroke College de Oxford antes de retirarse en 2001.

Recibió muchos honores tanto en su país como fuera de él. Fue el primero en ser elegido como "deportista del año" por la revista americana Sports Illustrated. También fue el primer Presidente del Consejo Inglés de Deportes, y la reina de Inglaterra le nombró caballero en 1975 por sus servicios.

La historia de Bannister ha sido objeto de dos adaptaciones televisivas. La primera es una miniserie de 1988 titulada "The Four Minute Mile", protagonizada por Michael York. La segunda es un telefilm de 2005 titulado "Four Minutes", con Jamie Machlachlan en el papel de Bannister.
 
 
 
Un video repasando el record y la vida de Roger Banister